André Kertész (1895-1985) fue un fotógrafo húngaro, maestro
de Brassi y con una gran influencia en la obra de Cartier-Bresson.
Participó en la I Guerra Mundial, llevando consigo una cámara
con la que registró la vida rn las trincheras. Por desgracia, la mayoría de
esas fotografías fueron destruidas en la revolución húngara de 1919.
Doineau y Kertész en 1975
Diario de luz, publicado en 1987 es una recopilación de su
trabajo, desde 1912 hasta su fallecimiento en 1985.
Está dividido en tres partes, con los periodos húngaro,
francés y americano.
Kertész es uno de los fotógrafos más importantes a escala mundial, quien aunque hace un viaje también por la fotografía experimental siempre se mantiene realista: compagina la fotografía de reportaje, de género, social y una versión subjetiva de la Neue Sachlichkeit en el terreno de la utilización de sombras y vistas superiores atrevidas y al fotografiar bodegones o motivos de ventanas, convirtiendo de esta manera el conjunto de su obra en una fotografía que se muestra como tal. Desde los 18 años realizó fotos con una cámara “box”, después con una Voigtländer y una Goerz Tenax. Sus primeras imágenes representan paisajes de Szigetbecse y de otros pueblos, escenas y personas del campo. Sus fotografías de guerra son resultados de una labor de corresponsal de guerra de alto nivel e imágenes de género. Sus numerosas fotografías realizadas a mendigos y minusválidos, su famosa imagen del nadador hecha en la piscina de Esztergom o su Músico ciego (abony, 1921) demuestran su percepción crítica de la sociedad. Las fotografías más conocidas de sus años en París son Bailarina satírica (1926), En el estudio de Mondrian (1926), Meudon (1928), Tu y yo (1931) y los retratos realizados a sus amigos artistas, en bares y cabarets nocturnos. Trabajó además con máquina de placa y con una Leica. Sus fotografías y reportajes fueron publicados por Berliner Illustrierte Zeitung, Münchener Illustrierte Presse, Vogue, L'Art vivant, UHU, Art et Médecine, La Sourire, etc. Desarrolló un género particular de la fotografía de prensa que él mismo más adelante denominó “literary report”. Con numerosas de sus series adelantó las “secuencias” de los años 60 (Caballo caído, 1927). Le decepcionaron la forma de vida y la concepcihttp://taringa.net/edicion.form.php?id=2431825ón fotográfica de Nueva York. Su serie Distortions realizada aún en París (1937, desnudos fotografiados a través de un espejo de distorsión) causó gran expectación, pero algunas de las imágenes las tuvo que mutilar. Al final de su vida ya solamente realizó fotografías desde la ventana de su piso de Washington Square, tomó fotos en color (polaroid) de su hogar y los objetos preferidos de su mujer.
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