En un periodo que abarca varios siglos desde la conquista islámica, llegan a la península unos beréberes procedentes de Ifriqiya del grupo Talkāta, de la rama sinhāya y de la macro-tribu de Barānis: los ziríes.
Estos ziríes se asientan en Madinat Ilbira en primer lugar, para poco después trasladarse a Granada junto con la población elvirense, fundando una nueva medina (1013). El asentamiento de estos ziríes, se produce como resultado de un acuerdo con la población autóctona, como se puede concluir a través del análisis de los hechos y de la lectura de las Memorias del sultán ‘Abd Allāh (LÉVI-PROVENÇAL & GARCÍA GÓMEZ).
Con este pacto, de una parte los elvirenses, como pueblo desmilitarizado, obtienen un protector en unos momentos de gran inseguridad como la fitna, y de otro, los ziríes, consiguen el gobierno, el cobro de tributos y la fidelidad de sus súbditos (bay‘a).
El primero de los restos que nos encontramos en la ruta de la Granada zirí es la Puerta de Elvira. Veamos algunos de los textos e imágenes de uno de los símbolos de la Granada islámica.
El historiador Henríquez de Jorquera nos describe la Puerta Elvira a mediados del siglo XVII:
"Defendía su entrada un fuerte muro con tres puertas. La puerta principal se encuentra en un torreón. Esta puerta daba acceso a otras dos: la de Cava que lleva al Albaicín y la que conduce a la calle Elvira. La imagen de nuestra señora de las Mercedes está colocada sobre la puerta principal".
Eguílaz y Yanguas habla de la existencia de una Puerta de Elvira en el siglo IX, cuando recoge el texto de la Ihata de Ibn al-Jatib, que narra la batalla de la madina: "..volvieron del monte de Alfacar en su persecución dirigiéndose a la Puerta del Sol de Granada, donde encontraron fuerte resistencia. En lo más encarnizado del combate, y cuando más encendido se hallaba, desapareció Saguar de la batalla con porción escogida de sus caballeros, y cargando con su enseña quedaron aquellos aterrados y sufrieron grandes perdidas, e imaginando que sus auxiliares (los de los árabes) habían venido a atacarlos por la espalda, retrocedieron derrotados y Saguar y sus compañeros los fueron acuchillando hasta la Puerta de Elvira". Para Eguílaz esta narración demuestra la identidad de Elvira y Granada, poblaciones ambas que ocupaban la una los altos de la alcazaba Cadima y sus alrededores, y la otra la colina en cuya cima se alzan las Torres Bermejas o castillo de Maurora, como le apellida algún escritor del siglo XVI".
Y concluye de la siguiente manera: "el Bib Elvira de Ahmed ben Isa, hasta la cual fueron perseguidos y acuchillados los muladíes y cristianos de aquella ciudad, es la antigua Puerta de Elvira,37 cuyo nombre ha llegado hasta nosotros, la secular y magnífica puerta que daba entrada a la celebérrima urbs de Plinio, a la Iliberi de Tolomeo, al Municipio Florentino Illiberitano, a la que en las postrimerías el siglo III de la era cristiana tuvo la inmarcesible honra de ver reunidos bajo las excelsas bóvedas de su gran basílica a los obispos de la Iglesia española".
En el fresco de la Batalla de la Higueruela, que Fabrizio Castello realizó en los muros del claustro del monasterio de El escorial, a instancias de Felipe II, aparece una representación de la Puerta, muy cercana a como había quedado tras la ampliación en época nazarí.
Heylan realizó un grabado de la puerta comienzos del s. XVII. Mereció figurar como una las reliquias de la antigüedad; los análisis de los modos constructivos la emparejan con la Puerta de Hernan Roman.
La Puerta de Elvira en la Plataforma de Ambrosio de Vico.
"Defendía su entrada un fuerte muro con tres puertas. La puerta principal se encuentra en un torreón. Esta puerta daba acceso a otras dos: la de Cava que lleva al Albaicín y la que conduce a la calle Elvira. La imagen de nuestra señora de las Mercedes está colocada sobre la puerta principal".
La Puerta de Elvira en 1877. Dibujo de Gómez Moreno.
Dibujo realizado por Manuel Gómez Moreno González y publicado en la Guía de Granada de 1892.
Su nombre deriva de la orientación hacia la primitiva cora o capital de la demarcación territorial de Elvira, la ciudad califal de Madinat Ilbira.
La Puerta de Elvira a comienzos del s. XX.
La puerta de Elvira enlazaba por levante con los muros que bajaban desde Puerta Monaita (Bab al-Unaydar), acceso principal de la Alcazaba Qadima. Estos muros, que cercaban el arrabal del Zenete (Rabad al-Sened), constituían un sistema de doble lienzo de murallas, paralelos a la cuesta de Abarqueros, de los que quedan algunos restos en las zonas cercanas a Elvira.
Restauración de la muralla cercana la Puerta en el año 2004.
Tras el derribo del edificio situado en el nº 1 del Horno de la Merced, al N del arco, se descubrieron aún más restos de la muralla y estructura de la puerta. Quedaba por tanto un amplio espacio abierto y un conjunto estructural de gran envergadura, y de una gran importancia, no solo como elemento monumental, sino como uno de los pocos ejemplos de arquitectura defensiva, relativamente intacto y que ofrecía grandes posibilidades en cuanto a su recuperación y puesta en valor se refiere.Así en 1998 se realizó un proyecto por encargo de la Junta de Andalucía para habilitar ese entorno como un parque arqueológico. En este se planteaba la necesidad de llevar a cabo sondeos estratigráficos con la finalidad de localizar restos estructurales que documentasen y completasen el conocimiento de dicho complejo defensivo.
El objetivo principal de la intervención a realizar era el recoger datos sobre la trayectoria y orientación de los muros y paños de muralla, así como documentar la existencia de restos de estructuras, en el entorno inmediato de la puerta, que permitan clarificar la articulación de esta zona. Se realizaron un total de seis sondeos en los que no fue posible clarificar algunas de las cuestiones sobre relaciones estratigráficas en cuanto a las estructuras emergentes se refiere. El solar fue vaciado,, lo que logró la crear un pequeño parque arqueológico.
Imágenes actuales, después de la última restauración.
La Puerta de Elvira a comienzos del s. XX.
Restauración de la muralla cercana la Puerta en el año 2004.
Tras el derribo del edificio situado en el nº 1 del Horno de la Merced, al N del arco, se descubrieron aún más restos de la muralla y estructura de la puerta. Quedaba por tanto un amplio espacio abierto y un conjunto estructural de gran envergadura, y de una gran importancia, no solo como elemento monumental, sino como uno de los pocos ejemplos de arquitectura defensiva, relativamente intacto y que ofrecía grandes posibilidades en cuanto a su recuperación y puesta en valor se refiere.Así en 1998 se realizó un proyecto por encargo de la Junta de Andalucía para habilitar ese entorno como un parque arqueológico. En este se planteaba la necesidad de llevar a cabo sondeos estratigráficos con la finalidad de localizar restos estructurales que documentasen y completasen el conocimiento de dicho complejo defensivo.
El objetivo principal de la intervención a realizar era el recoger datos sobre la trayectoria y orientación de los muros y paños de muralla, así como documentar la existencia de restos de estructuras, en el entorno inmediato de la puerta, que permitan clarificar la articulación de esta zona. Se realizaron un total de seis sondeos en los que no fue posible clarificar algunas de las cuestiones sobre relaciones estratigráficas en cuanto a las estructuras emergentes se refiere. El solar fue vaciado,, lo que logró la crear un pequeño parque arqueológico.
Imágenes actuales, después de la última restauración.
EL ESTADO ZIRÍ.
El Estado zirí es en gran medida heredero del califal. El poder está concentrado en manos de una élite, homogénea desde el punto de vista étnico que se puede identificar con los sinhāyas ziríes.
Esta «aristocracia» se reunía en un consejo tribal (yamā‘a) que tenía un alto poder vinculante, ya que era la que designaba al heredero al emirato. Por ello, se puede señalar
que en el Estado la autoridad era en cierto modo «colegiada».
Se designaba a un emir al que se le delegaba parte del poder pero éste debía consultar todas sus decisiones con dicha yamā‘a, salvo durante el gobierno de Bādis y el último periodo de ‘Abd Allāh, ya que el primero impone su autoritarismo y el segundo, en una situación crítica, concentra en sus manos todo el poder.
Los beréberes ziríes contarían con una serie de colaboradores, altos funcionarios que formarían también parte del Estado. La mayoría de éstos no pertenecían a su grupo
tribal y eran de otras etnias y/o religión. Esto podría explicarse bien porque estos beréberes estaban poco preparados en el manejo de cuestiones administrativas, dado que eran fundamentalmente guerreros, y/o por integrar a otros sectores de la población en el aparato estatal para que el pueblo se sintiese identificado con el Estado.
RESTAURACIÓN DE LA PUERTA. 1992
De dicha restauración es la planimetría que realizó la Escuela de Estudios Ärabes.
- Alzado norte de la Puerta y la Muralla.
- Planta hipotética y actual de la Puerta.
Cambios y elementos adosados en época cristiana.
En el vano de la muralla situado frente a la calle de Elvira
fue colocado en 1495 por mandato de los Reyes Católicos, un cuadro de la Virgen
de las Mercedes, que muy deteriorado llegó hasta casi mediados del siglo XIX, y
bajo él, un oratorio reconstruido a principios del siglo XVII, en el que se
veneraban unas imágenes de los apóstoles San Pedro y San Pablo de gran devoción
en la ciudad.
En la parte exterior de la puerta de Elvira hubo también otro
cuadro de los Santos Justo y Pastor que fue colocado en 1610, del que da
cumplida noticia Gómez Moreno.
Junto a la puerta, ya en la calle de Elvira y construida en un hueco de la
antigua muralla, hay una pequeña Capilla de gusto ojival que ha sido restaurada en 1994, en la que se venera una imagen de la Virgen de
las Angustias y otra de San Juan de Dios. Fue erigida a mediados del siglo XVI
por ser este el lugar en que Juan Ciudad vendía libros y estampas antes de
dedicar el resto de su vida a los pobres y enfermos. Se sabe que fue
reconstruida en 1880 por encontrarse en un lamentable estado de abandono.
En la cartela conmemorativa reza lo siguiente: “Fue reedificada esta capilla erigida en honor del patriarca de la caridad San Juan de Dios, fundador de la Orden de los Hermanos Hospitalarios, a expensas de don José María Vasco y Vasco, caballero de la Real Maestranza de Ronda. Acabóse en 30 de septiembre de 1880; en el mismo día fue bendecida por el Excmo. y Revmo. Sr. D. Bienvenido Monzón, arzobispo de esta diócesis”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario