(Agustí Centelles)
Es una de las imágenes más conocidas de la Guerra Civil española. Fue tomada el 19 de julio de 1936, una vez iniciada la guerra.
Se había librado un combate decisivo. Tropas leales, compuestas por agentes de seguridad y paisanos, habían detenido el avance de una agrupación de 70 hombres, del regimiento de Artillería Ligera núm. 7, procedente del cuartel de San Andrés. Tenían por misión enlazar con las tropas de infantería que ocupaban desde la madrugada la plaza de Catalunya y, desde allí, descender por el Portal de l’Angel y Laietana, para ocupar los edificios de la Generalitat, en la plaza de Sant Jaume. Sobre las 11 h. de la mañana fueron sorprendidos por un pequeño grupo de guardias y civiles a la altura de la calle Bruch. Al oír los disparos, acudieron compañías de Guardias de Asalto desde la Comissaria de Laietana y desde la plaza de Catalunya. Los militares lograron avanzar hasta Pau Clarís. Allí consiguieron montar una de las piezas para cañonear la Comisaría. No está claro si efectuaron esos disparos o no. Fueron cercados entre Llúria y Clarís y hostigados desde las azoteas de algunos edificios. El combate duró dos horas y se produjeron numerosas víctimas, entre ellas, los mandos de Artillería. Algo más tarde de la una, los guardias de seguridad y milicianos tomaron al asalto las posiciones rebeldes. Se hicieron con los cañones y numerosos prisioneros.
Los caballos han formado un remolino al caer. Quizás forzados por los arneses y empujados por el primero de ellos en morir. Centelles los había fotografiado con insistencia desde el momento en que llegó.
Centelles llegó al lugar como una hora más tarde. Pasadas las 14h. Había transcurrido suficiente tiempo para evacuar los muertos y heridos — en sus fotos no aparecen —, pero los cañones seguían ahí, cargados de civiles eufóricos. Centelles recorrió la calle fotografiando ese ambiente de triunfo. De vez en cuando, volvía a la pila de caballos muertos que había quedado cerca de Llúria y les hacía una foto. Esos animales eran el tiro de uno de los carros de los militares.
Uno de los Guardias de Asalto posa por segunda vez para Centelles. Si vais por esta esquina, pasad los dedos por la arista de la pared, por encima de vuestra cabeza y la del funcionario. Podréis descubrir así el parche que tapa la muesca que ha dejado una bala.
(Agustí Centelles)
Agustí Centelles (Valencia 1909-Barcelona 1985), que alcanzó una cierta notoriedad como fotógrafo en los años de la II República española, se comprometió con el Gobierno republicano tras el golpe de Estado franquista y se convirtió en uno de los grandes retratistas de la resistencia.
Tras la derrota republicana, en 1939, el artista catalán (aunque nació en Valencia, se trasladó a Cataluña de niño) se exilió y fue internado en el campo de refugiados de Bram, donde continuó ejerciendo su trabajo.
En unas recientes declaraciones, el hijo del fotógrafo asegura que “Como se trabajaba en analógico, cuando mi padre disparó esa foto ya vio que el individuo se ponía, pero le dio la sensación de que había disparado antes. La cortó. No es muy conocido el asunto de que vino un avión privado a recoger veintipico fotografías, entre ellas las de Centelles, para salir en la prensa internacional. Es el icono más valorado.
Mi padre reconocía que había dos fotos preparadas, que no quiere decir montar un atrezo y hacerlas, sino que no eran documentos del momento. La famosa foto de los caballos es la última".
Hola, Acabo de ver que utilizas tres de mis fotografías sin mencionar la autora ni la fuente. Te agradecería que lo corrigieras.
ResponderEliminarIncluyo el post de donde has sacado las imágenes y el texto.
http://blog.arqueologiadelpuntdevista.com/2009/12/los-caballos-de-centelles-la-fotografia.html